Ejercicios de relajación acúfeno

Ejercicios de relajación acúfeno

Anclaje

Bienvenido a una nueva publicación de ejercicios de relajación acúfeno. De la serie de relajación de zumbidos.org que te ayudará a relajarte y tratar de calmar los acúfenos.
Nuestro objetivo es acercarte recursos para reducir el estrés y la tensión y ayudarte a estar más calmado, centrado y relajado.

Para comenzar encontrá un lugar agradable, tranquilo y poco iluminado donde puedas permanecer calmado durante la duración de este ejercicio. Este ejercicio se llama anclaje.

Cerrá los ojos y respirá lentamente llevando el aire hacia la parte baja de tu abdomen. Sentí cómo tus brazos se vuelven pesados ​​y relajados. Imaginá que ese peso y la gravedad los tiran hacia abajo. Sentí cómo se sincronizan tus brazos con el lugar de descanso y se relajan.

Ejercicios de relajación acúfeno – Piernas

Tus piernas también pueden volverse pesadas. Sentí cómo los brazos y las piernas son arrastrados por la gravedad hacia abajo. Imaginá tus piernas calmadas y relajadas. Registrá como tu frente se va volviendo más relajada, también tus mejillas y tus labios.
Dejá que la tensión se afloje gracias al trabajo de relajación y la tensión se desvanezca permitiendo que tu boca se abra ligeramente. Ahora sentí cómo tu cuello y tus hombros se aflojan y relajan, toda la tensión se va. Permitite que todo esté más suelto.
Tomá otra respiración lenta y profunda y luego exhalá. Sentí cómo la relajación se extiende hasta tu estómago y luego a tu cuerpo entero.
Soltá la tensión muscular y dejate ir para relajarte. Buscá la sensación de paz, tomá otra respiración profunda y lenta, y disfrutá de esto en todo tu cuerpo. Todo es pesado, cálido y relajado. Contá mentalmente tus respiraciones.
Ahora es el momento de imaginar un momento en tu vida. Tal vez fue un momento en el que estabas realmente seguro. O completamente feliz. O verdaderamente conectado. Ese momento, justo después de un éxito o un momento en que te sentiste en paz. Los buenos tiempos se remontan a este momento. Justo ahora mismo. Sentí la confianza expresada en tu cuerpo, sentila en tu cara, en tu postura. Puede reflejarse en la forma en que otros actúan hacia vos, o dentro de tu cuerpo. Ahora para que ese sentimiento de confianza o calma encuentre un lugar dentro tuyo, vas a buscar un lugar exacto. Pueden ser los hombros o el pecho, cualquier lugar. Podés sentirlo en tus brazos o en tus piernas.
Registrá esa confianza o calma, ese momento de tranquilidad o de felicidad, donde sea que se exprese. Sumergite en ese sentimiento, sintiéndote en ese preciso momento.
Ahora anclaremos esa sensación a otro lugar del cuerpo. Mové ligeramente tu mano sobre la muñeca opuesta, hacelo gradualmente. Sujetá tu muñeca con la otra mano y registrá el gesto. Este gesto, tu mano y tu muñeca juntas serán un ancla que te traerá de regreso cada vez que quieras volver a los sentimientos que tenés ahora. La confianza, la tranquilidad, la calma puede ser tuya cada vez que mantengas tu mano en la muñeca opuesta.
Es posible que desees practicar tu ancla varias veces para fijarla. Cuando estés listo, abrí los ojos lentamente, permitite reincorporarte a la velocidad que necesites.

Gracias por escuchar uno de nuestros ejercicios de relajación.
Para ejercicios adicionales visita nuestra web. zumbidos.org