Mindfulness para el acúfeno – Body scan meditación de 12 minutos

Mindfulness para el acúfeno – Body scan meditación de 12 minutos

Mindfulness para el acúfeno

Bienvenido o bienvenida a esta práctica de mindfulness para el acúfeno, con la que a través de un recorrido mental por nuestro cuerpo conseguiremos relajarnos física y mentalmente, además de conocer mejor nuestro interior y desarrollar una mejor comunicación con nuestro propio organismo.

En primer lugar, tómate unos segundos para comprometerte firmemente a dirigir la atención con tu propio interior. Dejando al margen durante la duración de este ejercicio todo lo que ocurra fuera de ti.

Mindfulness tinnitus miembros inferiores

Para empezar, viaja con tu mente hasta los pies. Sitúate mentalmente en ellos y observa cualquier sensación que se produzca. Puede ser que percibas el contacto con algo como la ropa o el suelo. Puede ser que notes frío o calor, que sientas la circulación sanguínea en forma de cosquilleo. Agudiza la atención y tómate unos segundos para intentar percibir cada pequeño detalle. Si tu mente se dispersa en algún momento del ejercicio y se cruza algún pensamiento, simplemente date cuenta de ello y regresa al objeto de meditación.

Excelente, lleva ahora la atención a las piernas. Observa cualquier sensación que se produzca mientras realizas un pequeño recorrido desde los tobillos hasta las ingles. Tómate tu tiempo para descubrir y analizar el más mínimo detalle. Observa todas las sensaciones que se producen en el interior de tus piernas. Observa su posición, su temperatura, si existe cosquilleo o incluso dolor. Presta atención a cualquier sensación que se produzca en el interior de tus piernas.

Mindfulness abdómen y tórax

Perfecto, permanece en tu cuerpo, esfuérzate en mantener la concentración. Vamos a continuar ahora observando el abdomen y el tórax. Comprueba le movimiento que produce tu respiración. Observa cómo tus órganos internos se desplazan levemente al dejar entrar y salir el aire. Permanece alerta ante cualquier sensación. Todo lo que ocurra y sientas está bien, siempre y cuando te des cuenta de que está ocurriendo. Afina la mente hasta descubrir el más mínimo detalle que percibas en ese movimiento que se produce en tu cuerpo con la entrada y salida del aire.

Mindfulness para el acúfeno, miembros superiores

Genial, viajemos ahora hasta las manos. A continuación te dejaré unos segundos para que las recorras mentalmente. Detente en cada dedo para ver si erees capaz de percibirlo. De percibir el contacto, la temperatura, quizás un leve cosquilleo. Lo que sea que te haga sentir que cada dedo está ahí. Cuando los hayas recorrido todos nota las palmas de tu mano.

Muy bien, sigue manteniendo la atención. Con estos ejercicios estás logrando entrenar tu mente y calmarla. Lo que resulta realmente positivo y productivo para tu vida cotidiana. Sigamos ahora con los brazos. Echemos un vistazo de cerca. Dirige tu atención a la totalidad del brazo, empezando por las muñecas y terminando en el hombro. Quizás notes tensión o quizás relax. Sea como sea es perfecto mientras lo descubras y lo observes desde la ecuanimidad. Amplifica cada sensación. Nota cada suceso que ocurra en el interior de tus brazos.

Mindfulness para la cabeza y el cuello

Perfecto, continuemos ahora por el cuello. Esta zona resulta fácil de percibir porque normalmente suele manifestar tensión. Observa los músculos para-vertebrales, a ambos lados de la espalda y el cuello. Nota si existe tensión o incluso dolor. Si sientes dolor, perfecto. El dolor o cualquier tipo de molestia te ayudará a ampliar el zoom y detectar la zona con mayor facilidad. Obsérvalo desde la ecuanimidad. No juzgues ni intervengas. Simplemente deja que tus sensaciones permanezcan y descúbrelas mentalmente.

Bien, para terminar, dirigiremos la atención a la cabeza y recorreremos mentalmente cada parte. Te dejaré unos minutos para que te detengas en el cuero cabelludo, la frente, los ojos, los pómulos, la nariz, la boca, la barbilla, la lengua. Recorre tu cabeza mentalmente procurando esforzarte al máximo para detectar cualquier tipo de sensación. Pregúntate: ¿puedo notar mis ojos? ¿cómo los noto? ¿qué siento? ¿cómo se dónde están? ¿puedo notar mi nariz? ¿qué percibo de mi nariz? ¿qué sensaciones tengo de la nariz? ¿puedes notar tu boca? ¿puedo sentir cómo está? ¿puedo notar su tensión? Descubre cada detalle que te de la información para saber que todas esas partes de tu cabeza están ahí. Nótalas, descúbrelas, intégrate con ellas.

¡Enhorabuena! Durante estos minutos has permanecido en tu interior y has aprendido a conocerte un poco mejor. A detectar lo que ocurre en el interior de tu cuerpo, que te acompaña cada día. A escucharlo sin intervenir y sin juzgar.

Recuerda que lo que ocurra fuera de tí este refugio interior siempre está disponible. No existe lugar más reconfortante que el interior de tu propio ser.

Gracias.

No te olvides de visitar nuestro tratamiento para el acúfeno